Conferencias, charlas, capacitaciones, WorkShop... y mucho más, todo bien... claro pero si pudiéramos masticarlo y digerirlo en una sola palabra lo que significa estas actividades, esta sería ÓSMOSIS, puesto que, lo que se busca es adherirse en una interacción mucho más cómplice entre la mente que aporta y la que mente receptora y aún más, cómo esta última recicla esa información de modo que sepa adaptarla y hacerla “permeable” de modo que absorberla sea confiable...ya que esa información además de comprarla sea viable para nuestros recursos profesionales, consideremos también tener en cuenta que lo adquirido es “experiencia”(si tienes suerte)... es decir compras vivencias enriquecedoras ya que a base de causa y efecto supieron encontrar la real solución, esa misma que a tí te hacen falta y además te permitiría saltar en el tiempo de aprendizaje... y conseguir esa ansiada ruta hacía un atajo seguro, ahora, ojo... la persona receptora no siempre es la idónea para ello, es decir, en una persona apasionada y comprometida esa experiencia será como un valor agregado, se cuantificará y dará frutos, eso me queda bastante claro... por ello, dar una capacitación no es un tema relacionado con información, ni de conocimiento... es una responsabilidad de saber recopilar un conjunto de vivencias que lograron un desenlace positivos, certero y asertivo en la trasmisión, hoy en día, el mundo moderno con sus seductoras redes sociales, lejos de conectarnos nos envuelven en interacciones des-personalizadas, nos hacen dependientes y deshumanizados los aplicativos piensan y hablan por ellos, se conectan con el mundo pero no con el de lado, por ello veo cómo muchas generaciones de chicos ser ilusionan en alguna actividad “Cool” y se dan contra la pared toda vez que se les habla de sacrificio, tiempo, dedicación, interacción, entrega, pasión, cultura, criterio y humanización... por ello no saben tomar decisiones ni se tienen confianza... Por suerte, y dando un giro a esta historia, este fin de semana junto a mi amigo David Vega tuvimos una de las experiencias más bonitas en lo que vá de nuestra aventura de ser “maestros” (graciosa palabra con que nos nombran, y digo gracioso porque estamos lejos de creérnoslo), y ésta se dío en Trujillo, fue un WorkShopPRO, que en coordinación con la empresa BusinessBrand reunió a talentosos y ávidos chicos relacionados con el medio gráfico publicitario en una interesante iniciativa a cargo de nuestro nuevo amigo Jerson Briceño, de quién no tengo duda está logrando darle un giro a la manera de entender la publicidad en ea hermosa tierra... a ellos dedico estas líneas porque sin importar la magnitud de el evento que se ponga en marcha, sea este una mega conferencia internacional o un taller en algún lugar de Trujillo... los anhelos son los mismos, los sueños grande y las metas igual de ambiciosas que de seguro cambiarán el mundo!!!
